Salud mental

Hablar con las familias sobre la depresión

La depresión es común; sin embargo, hablar sobre la depresión con las familias puede ser difícil. Es posible que al personal le preocupe decir algo incorrecto o que hablar sobre la depresión pueda empeorarla. Sin embargo, hablar sobre el tema es el primer paso para apoyar a las familias a que obtengan la ayuda que necesitan.

Políticas y prácticas de apoyo del programa

Es más probable que las conversaciones sobre la depresión salgan bien cuando el programa Head Start cuenta con políticas y prácticas que respalden estas conversaciones. Los programas pueden crear un entorno en el que las personas se sientan abiertas a mantener conversaciones sobre salud mental. Las conversaciones abiertas sobre la salud mental reducen el estigma que a menudo se asocia con los problemas de salud mental y con buscar ayuda. La capacitación en el tratamiento de la depresión y la salud mental puede facilitar que el personal hable con un miembro de la familia que podría estar deprimido. Todos se benefician cuando un programa puede proporcionar información útil sobre las señales de la depresión, su impacto en las familias y dónde obtener ayuda.

Las conversaciones sobre la depresión funcionan mejor cuando el personal:

  • Recibe capacitación sobre la depresión, incluido qué es y las señales comunes de que alguien podría estar deprimido.
  • Comprende las señales de advertencia y qué hacer durante las crisis de salud mental.
  • Puede hablar con un supervisor de confianza o con sus colegas sobre sus sentimientos. Hablar sobre la depresión y la salud mental puede ser emotivo para todos las personas involucradas. El personal debe tener acceso a recibir apoyo.
  • Dispone de los recursos necesarios para remitir a las familias a fin de que reciban más evaluación y tratamiento si es necesario.
  • Recibe capacitación y apoyo continuos sobre temas relacionados con la depresión, como la participación familiar, la adversidad, el trauma, el estigma, la resiliencia, las relaciones enriquecedoras y la equidad.
  • Habla periódicamente sobre la depresión con las familias o conversa habitualmente sobre la salud mental haciendo un juego de roles en las reuniones del personal.
  • Utiliza una herramienta de prueba diagnóstica de depresión (en inglés) con las familias. Cuando utilice herramientas de prueba diagnóstica, asegúrese de capacitar al personal y apoyarlo durante todo el proceso de detección, por ejemplo, asociándose con el consultor de salud mental del programa.

Las conversaciones sobre la depresión funcionan mejor cuando las familias:

  • Comprenden que el programa Head Start se preocupa no solo por el bienestar de sus hijos, sino también por el bienestar de la familia. Estarán más preparados para las preguntas sobre sus propios sentimientos y comportamientos.
  • Se les ha presentado al tema de la depresión de otras maneras. El tema de la depresión se puede presentar en una orientación del programa, en una reunión del Consejo de Políticas, en un evento de participación familiar o durante la primera visita al hogar. Si las familias han oído hablar de la depresión en el contexto de Head Start antes, es menos probable que se sorprendan si un miembro del personal les pregunta al respecto.
  • Conocen cómo la depresión puede afectar a los niños y a las familias. La información sobre la depresión se puede compartir a través de carteles, materiales impresos o reuniones en persona.

Consejos para hablar con las familias sobre la depresión

Cuando hable con las familias, prepárese para:

  • Mostrar empatía. Las familias son más receptivas cuando usted muestra un interés genuino.
  • Evite juzgar o etiquetar. Juzgar o tratar de diagnosticar los sentimientos de las familias puede hacer que estas no quieran buscar ayuda.
  • Mantenga la calma, la comodidad y la naturalidad. Trate de preguntarles sobre sus sentimientos de la misma manera que podría preguntarles sobre una enfermedad física reciente.
  • Esté preparado para compartir información sobre cómo la depresión puede afectar a los niños y las familias. Comparta cómo la depresión puede interponerse en las relaciones entre el cuidador y el niño. Cuando los cuidadores tienen buenas habilidades para sobrellevar situaciones difíciles, son más capaces de prestar atención y pasar tiempo de calidad con sus niños. Pueden mostrarles a los niños cómo manejar sus sentimientos de una manera saludable.

A continuación, encontrará algunas ideas para iniciar la conversación:

  • "¿Es ahora un buen momento para hablar y ver cómo se encuentra?"
  • ¿Cómo se siente?
  • "¿Puede contarme más sobre _____________ (algo que se dijo que podría ser una señal de depresión, como cuando dijo que sentía un vacío o adormecimiento interior)?"
  • "¿En qué puedo ayudarle?"
  • "¿Puede decirme más sobre cómo se siente ahora?"
  • "Es común tener pensamientos nuevos y llamativos luego de un gran cambio o evento. ¿Ha tenido algún pensamiento nuevo o diferente últimamente?"

Prepárese para recibir respuestas comunes

Iniciar una conversación con un miembro de la familia sobre la depresión es un primer paso importante. Esté preparado para las respuestas. Las familias podrían tener muchas reacciones diferentes a las preguntas sobre la salud mental, tales como ira, frustración, alivio, tristeza, aprecio por su interés, preocupación o ansiedad.

  • Es posible que no estén listos o interesados en recibir terapia o reconocer sus sentimientos de depresión. Respete su postura. Ayúdelos a entender otras formas de mejorar el bienestar de adultos y niños en el hogar. Las estrategias incluyen establecer o mantener rutinas y rituales familiares, pasar tiempo con familiares y amigos, y desarrollar hábitos saludables como el cuidado dental y el ejercicio.
  • La mayoría de las personas necesitan tiempo para decidir buscar ayuda. Mantenga la conversación activa creando un ambiente abierto donde las familias sepan que pueden pedir ayuda. Es más probable que las familias continúen compartiendo información honestamente si el personal respeta sus opiniones y reacciones, y es más probable que pidan ayuda cuando se sientan listas para dar el paso hacia el tratamiento.
  • Cuando un miembro de la familia esté listo para buscar ayuda, el personal del programa debe estar preparado para ayudarlo haciendo la remisión adecuada. Obtenga más información sobre lo que buscan en un proveedor y haga la remisión lo antes posible.

¿Qué pasa si un cuidador está en crisis y necesita ayuda de inmediato?

Trabajar con un miembro de la familia que está en crisis es un desafío. Si cree que alguien podría hacerse daño a sí mismo o a sus hijos, es importante actuar de inmediato.

El personal debe:

  • Siempre tener forma de comunicarse con un supervisor asignado, un consultor de salud mental o un administrador para obtener orientación o apoyo inmediatos.
  • Siéntase cómodo haciendo preguntas directas como "¿Está pensando en hacerse daño? ¿Está pensando en lastimar a su hijo?"
  • Sepa qué hacer si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es "sí". Los programas pueden garantizar que el personal sepa a qué socios comunitarios llamar en casos de crisis. A menudo, se trata de una clínica, una línea directa o la sala de emergencias del hospital local.