Planificar para las posibilidades que puedan presentarse

Adultos revisando recursos impresos.

Planificar para bebés y niños pequeños es "planificar para las posibilidades que puedan presentarse", y el personal de educación debe esperar lo inesperado. La flexibilidad es clave; cuando se implementen los planes, el personal debe estar listo para responder a los intereses y necesidades de los niños momento a momento. Como señala Linda Lloyd Jones:

"Debemos mirar y observar a nuestros bebés mucho más de cerca. ¿Qué están haciendo? ¿Cómo están jugando? ¿Qué están tratando de lograr? Pregúnteles quiénes son, qué necesitan, cómo los pueden ayudar. Luego deberá estar atento a la respuesta... De esta manera el bebé de veras dirigirá su cuidado. Se seguirá la iniciativa del bebé".[4]

Sin embargo, sigue siendo importante que el personal planifique de manera regular. La planificación ayuda al personal a realizar un trabajo significativo con cada niño y familia y proporciona una dirección general para las experiencias de la semana, la visita al hogar o la socialización grupal. Los programas pueden diseñar sus propios formularios de planificación para cada niño, para las visitas al hogar y para grupos y ponerlos a disposición del personal. El currículo o la herramienta de evaluación del niño también pueden proporcionar los formularios de planificación. El formulario de planificación individual debe ayudar al personal a establecer una relación entre las interpretaciones de la información y las observaciones del niño y de la familia, las metas individuales del niño y las estrategias para promover su desarrollo y aprendizaje. Algunos programas pueden dar un paso más y pedirle al personal que tome nota de las metas relacionadas con la preparación escolar del programa. Para los visitadores del hogar, esta planificación siempre se individualiza para cada niño y familia.

El personal en entornos de cuidado grupal también puede crear planes simples para el grupo. El proceso es similar en el sentido de que revisan la información que tienen sobre cada niño (determinan los intereses, las habilidades y necesidades que tengan en común) y luego deciden qué cambios hacer, las experiencias especiales que pueden ofrecer y las maneras de involucrar a las familias.[5] Sin embargo, incluso dentro de los planes de grupo, el personal debe demostrar cómo planea individualizar el cuidado de cada niño. Por ejemplo, una canción para hacer un juego con los dedos puede cumplir con una meta de lenguaje receptivo para un niño, con una meta de habilidad motriz fina para otro niño y con una meta de interacción adulto-niño (social y emocional) para un tercer niño.

También es útil revisar los formularios de planificación de la semana o semanas anteriores para cada niño, para las visitas al hogar y para los grupos. Dependiendo de cómo responda cada niño o grupo de niños, el personal puede o no hacer cambios en los planes de la semana en curso. Por ejemplo, si los niños pequeños parecen disfrutar explorando esponjas y recipientes en una tina de agua, el personal puede decidir no cambiar la experiencia. O bien, el personal puede decidir agregar cucharas y pinzas para extender lo que los niños están aprendiendo de la experiencia. Los visitadores del hogar hacen esta planificación con los padres durante cada visita al hogar.

Aquí enumeramos consejos adicionales para compartir con el personal cuando vayan a utilizar la información de la evaluación continua del niño, su currículo y las aportaciones de las familias para planificar:

  1. Modifique la meta: Si el niño ha alcanzado la meta, planee apoyarlo para avanzar hacia un nivel más alto. Dado que el desarrollo ocurre a lo largo de un continuo, siempre hay cosas que un niño puede aprender.
    Si un niño no ha alcanzado una meta, considere una versión más simple de la meta o darle más tiempo para alcanzarla. Recuerde que los niños se desarrollan a ritmos diferentes. Incluso si se están desarrollando rápidamente en un dominio, es posible que no lo estén haciendo tan rápidamente en otro. A veces, los niños retroceden en un dominio y progresan en otros. Por ejemplo, las habilidades del lenguaje expresivo de un niño pueden dejar de desarrollarse temporalmente mientras está enfrascado en aprender una nueva habilidad motriz gruesa. 
    Apoyar al personal para que tenga las expectativas apropiadas y hacer corresponder las metas individuales de los niños con sus niveles de desarrollo. Tener recursos como el ELOF, que muestren progresiones del desarrollo con los rangos de edad, puede ayudar al personal a saber qué esperar.
  2. Modifique el entorno: ¿Hay cosas en el entorno de aprendizaje que se pueden cambiar? Por ejemplo, para un niño mayor en un programa basado en el hogar que está listo para más desafíos en la persistencia, la percepción y las habilidades motrices finas, un visitador del hogar podría recomendarles a los padres que alienten a sus hijos a usar pinzas para recoger objetos pequeños y seguros, como tapas de botellas de plástico. O para uno de los niños del aula que usa un andador, el maestro podría crear más espacio y más vías para que el niño pueda moverse por la habitación y explorar los centros de aprendizaje de manera más independiente. Esto podría ayudar al niño a progresar más hacia sus metas de habilidades motrices gruesas y la interacción con los compañeros.
  3. Ajuste el horario: ¿Los niños necesitan más tiempo para interactuar con las personas y los materiales? Asegúrese de que los niños tengan tiempo para explorar y jugar sin prisas. ¿Hay suficientes experiencias de aprendizaje intencional diarias? ¿Los niños tienen bastante tiempo para pasar de una actividad diaria a la siguiente? ¿Se utilizan las transiciones como oportunidades intencionales para apoyar el aprendizaje y el desarrollo de los niños?
  4. Ajuste y agregue prácticas docentes: Reflexione sobre las prácticas para determinar qué podría ayudar a cada niño a tener éxito. Por ejemplo, un proveedor de cuidado infantil familiar podría ajustar las experiencias de aprendizaje o las interacciones verbales con un niño para que se ajuste mejor a sus intereses y motivar su aprendizaje. Un visitador del hogar podría planear con los padres de un niño y crear una experiencia de aprendizaje para su hijo y otro niño durante una socialización grupal. El visitador del hogar puede recomendar maneras en que los padres pueden ayudar a su hijo a aprender, mirando a otro niño realizar una tarea.
  5. Interactúe con los padres para intercambiar ideas y usar prácticas regulares: Los padres son socios importantes en la individualización del cuidado. Por ejemplo, después de saber cuáles son las canciones de cuna que los padres le cantan a su hijo, los visitadores del hogar podrían recomendar maneras en que los padres pueden usar las canciones de cuna para apoyar el lenguaje de su hijo y las metas de autorregulación. Los maestros y proveedores de cuidado infantil de la familia podrían compartir ideas simples de juegos de simulación que los padres podrían poner en práctica en casa para apoyar la creciente capacidad de su hijo de usar determinados objetos para representar otra cosa. Los líderes de educación pueden apoyar al personal para encontrar el tiempo y las maneras de compartir información con las familias, y saber su opinión.
  6. Pida consejo a colegas y especialistas: El personal no está solo en sus esfuerzos de planificación, y deben saber a quién pueden dirigirse si tienen preguntas sobre la planificación.

La planificación que se basa en observaciones informales, la evaluación continua del niño, el currículo y los aportes de familias y colegas apoya al personal en la realización de cambios para ayudar a cada niño a progresar hacia sus metas. El personal decide qué hacer y luego implementa sus ideas. Las siguientes secciones abordan la implementación de los planes y la reflexión sobre lo que sucede.

[4]Linda Lloyd Jones, "Relationship as Curriculum" (en inglés) [Las relaciones como currículo], en Salud mental del niño, Boletín de Head Start No. 73 (Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Administración para Niños y Familias, Administración para Niños, Jóvenes y Familias, Oficina Nacional de Head Start, 2002), página 12.

[5]Berke, Kai-leé, Diane Trister Dodge y Sherrie Rudick, A Trainer’s Guide to The Creative Curriculum for Infants, Toddlers and Twos (en inglés) [Guía del instructor para El Creative Curriculum para bebés, niños pequeños y niños de dos años] (Washington, DC: Estrategias docentes, Inc., 2008), páginas 60 y 61.