Guía de orientación para los administradores de salud

Limpieza, saneamiento y desinfección seguros y eficaces

Miembro del personal limpiando mesas y sillas.Los gérmenes pueden propagarse si hay objetos y superficies contaminados. Esto puede ocurrir cuando una persona toca una superficie que tiene gérmenes y luego se lleva la mano a la nariz, la boca o los ojos. Limpiar y aplicar un producto para sanear o desinfectar cuando sea necesario reduce al mínimo la cantidad de gérmenes en las superficies.

Muchas veces las palabras limpieza, saneamiento y desinfección se usan indistintamente, pero no significan lo mismo.

  • Limpieza significa eliminar físicamente la suciedad de una superficie lavando, restregando y limpiando con jabón o detergente y agua.
  • Saneamiento significa reducir la cantidad de gérmenes en una superficie a un nivel seguro. El saneamiento se usa sobre todo para las superficies donde se manejan alimentos.
  • Desinfección significa matar casi todos los gérmenes de una superficie.

Limpie las superficies y los objetos antes de usar un producto para sanear o desinfectar.

Los productos para sanear y desinfectar están regulados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, sigla en inglés). Solo los productos que tengan un número de aprobación de la EPA en la etiqueta pueden hacer declaraciones relacionadas con la salud pública.

Uso de productos más seguros

Algunos productos de limpieza que son más seguros para nuestra salud y para el medio ambiente tienen la certificación de agencias que los prueban para determinar su seguridad, como el Green Seal (en inglés), Safer Choice y Design for the Environment (DfE, sigla en inglés) (en inglés). Los ingredientes de los productos con estas certificaciones tienen menos probabilidades de causar o desencadenar un episodio de asma u otros problemas de salud a largo plazo.

La lejía se usa comúnmente para sanear y desinfectar en los programas de la primera infancia porque es de bajo costo, se encuentra con facilidad y es eficaz si se usa de manera correcta. Sin embargo, los programas deben asegurarse de usar la lejía con cuidado porque esta puede irritar la piel y los ojos, desencadenar episodios de asma, afectar la respiración (incluso en personas que no tienen asma), dañar la ropa y ser corrosiva. La lejía viene en diferentes concentraciones, por lo que es clave revisar la etiqueta para saber con cuánta agua hay que mezclar la lejía antes de usarla. Las soluciones de lejía solo son eficaces por un tiempo limitado, por lo que se debe preparar una nueva solución cada día. El personal debe revisar la etiqueta de aprobación de la EPA para asegurarse de que el blanqueador puede usarse para sanear y desinfectar. La lejía para lavar ropa, por ejemplo, no es un producto para sanear o desinfectar aprobado por la EPA.

Los productos con amonio cuaternario o hipoclorito de sodio (lejía) como principio activo pueden causar problemas respiratorios. Al elegir un desinfectante, los programas deben tener en cuenta la salud del personal y los niños.

Siempre siga las instrucciones que aparecen en la etiqueta del producto.

Las instrucciones de la etiqueta de los productos para sanear y desinfectar indicarán:

  • cuánto tiempo debe dejarse el producto sin secar en la superficie (tiempo de permanencia o contacto);
  • si está listo para usar o hay que diluirlo;
  • instrucciones para diluirlo, si es el caso;
  • si hay que enjuagarlo;
  • palabras como precaución, advertencia o peligro;
  • precauciones de seguridad.

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