Guía de orientación para los administradores de salud

Depresión

Una trabajadora de atención de la salud consola a una mujer con depresión. Entender los signos y síntomas de la depresión es importante para el personal y las familias. Un programa Head Start puede ser una fuente vital de educación y remisiones para ayudar a las familias y al personal a obtener el apoyo que necesitan. Las tasas de depresión son altas entre los padres de familia de los programas Early Head Start. El Proyecto de investigación y evaluación de Early Head Start (en inglés) encontró que más de la mitad (52 %) de las madres reportaron suficientes síntomas depresivos y se consideró que tenían depresión. En el estudio, un tercio de las madres de los niños de 1 año de edad y un tercio de las madres de los niños de 3 años de edad tenían depresión. También se destacaron las tasas de depresión entre los padres de Early Head Start. El dieciocho por ciento de los padres de Early Head Start reportaron suficientes síntomas y se consideró que tenían depresión cuando los niños tenían 2 años de edad; el 16 % cumplió con esos criterios cuando sus hijos tenían 3 años de edad.

Trabajar en colaboración con un consultor de salud mental puede ayudar a abordar la depresión de los padres y el personal. Un consultor puede capacitar al personal para reconocer signos de depresión, realizar pruebas de detección según corresponda y ofrecer remisiones internas o comunitarias. La página sobre las Cinco medidas de acción para abordar la depresión materna en los programas Head Start ofrece orientación más específica sobre cómo los programas pueden reducir el impacto de la depresión en las familias a las que prestan servicios.

Otra forma en que los consultores de salud mental pueden apoyar al personal es ofreciendo supervisión clínica y reflexiva. También pueden ofrecer apoyo con respecto a la capacidad del personal para ayudar a las familias mediante la construcción de relaciones, y pueden ofrecer al personal herramientas simples para comenzar a ayudar a las familias que pueden esperar más apoyo. Pueden trabajar con el personal para conectar a las familias con los recursos comunitarios y ayudar a reducir el estigma al promover la conciencia sobre la depresión, para que el personal la vea como una afección común y tratable.

Cuando se trabaja con familias que esperan un bebé, enfrentarse una pérdida también es una posibilidad. Las familias que esperan un bebé que se identifican como de raza negra e indígenas tienen tasas más altas de mortalidad infantil y materna. Los determinantes sociales de la salud, incluido el racismo estructural y sistémico y otros tipos de opresión, están vinculados a la ocurrencia de este tipo de pérdidas. Entender este contexto es útil, ya que los determinantes sociales también están relacionados con la falta de acceso a fuentes de apoyo necesarias o preferidas para las familias y el personal que han experimentado una pérdida. Para obtener más orientación, consulte la página sobre los Servicios para mujeres y familias que esperan un bebé después de una pérdida.

Consejos y estrategias para abordar la depresión

  • Colabore con su consultor de IECMH para reconocer los signos de depresión y promover estrategias para manejar el estrés.
  • Establezca sistemas para apoyar la detección de la depresión perinatal y conéctese con proveedores de la comunidad si su programa trabaja con familias que esperan un bebé.