Guía de orientación para los administradores de salud

Consideraciones de salud física para bebés y niños pequeños

Bebé que está sienod examinado.La mayoría de los bebés nacidos en los Estados Unidos se someten a pruebas diagnósticas y exámenes antes de que el hospital los dé de alta. Por lo general, un proveedor de atención de la salud analiza los resultados de estas pruebas en sus primeras visitas. La dispsición de las HSPPS 45 CFR §1302.80 dice que dentro de las dos semanas posteriores al nacimiento del bebé, el programa debe coordinar la visita al recién nacido para ofrecer apoyo e identificar las necesidades de la familia. Los programas Early Head Start pueden ayudar a las familias a comprender y a hacer un seguimiento de los resultados de las pruebas diagnósticas y los exámenes realizados en forma temprana.

Una de estas primeras pruebas es la prueba diagnóstica de audición para recién nacidos. El hospital examina a casi todos los recién nacidos antes de darles de alta, y se requiere una evaluación final para aquellos recién nacidos que no pasen la prueba diagnóstica. Si el expediente médico de la familia o del niño no tienen estos resultados, los gerentes de salud podrán comunicarse con su coordinador estatal o territorial de Detección e intervención auditiva temprana (EHDI, sigla en inglés) (en inglés) para programar una prueba diagnóstica.

En comparación con los niños mayores, los bebés y niños pequeños son más vulnerables a las infecciones y se les recomienda mayor cantidad de visitas del niño sano. La mayoría de los cronogramas de periodicidad enumeran 10 u 11 exámenes para cuando el niño cumple 2 años. Dependiendo de la edad, el niño podría tener visitas del niño sano recomendadas cada pocos meses o incluso semanas.

Los CDC recomiendan casi 30 dosis de vacunas en los primeros dos años de vida de un niño. El sistema inmunitario del bebé mejora con cada vacuna. Muchas de estas vacunas son parte de una serie que se administra durante meses y años. Otras, como la vacuna de la varicela, se administran una única vez. Otras, como la influenza (gripe), requieren una aplicación anual, a partir de los 6 meses de edad. Cada inmunización protege mejor a los bebés y niños pequeños de las enfermedades prevenibles por vacunación.

Algunas afecciones físicas son comunes durante las primeras semanas después del nacimiento, por lo que es fundamental que haya una comunicación regular entre el programa, la familia y el proveedor de atención de la salud del niño. Los problemas de salud comunes en los bebés incluyen resfriados, tos, fiebre y vómitos. Los bebés también suelen tener problemas de la piel, como dermatitis del pañal o costra láctea. Muchos de estos problemas no son graves.

El virus respiratorio sincitial (VSR) es un virus que causa síntomas tales como dificultad para respirar. Es la causa más común de inflamación de las vías respiratorias pequeñas en los pulmones (bronquiolitis) y neumonía en los bebés. Actualmente no existe una vacuna contra el VSR.

El plomo se puede encontrar en todos los entornos de un niño. Debido a que los bebés y niños pequeños ponen tantos artículos en su boca que no son comestibles y que pueden contener rastros de plomo, los niveles de plomo en la sangre se evalúan a los 12 meses y 24 meses de edad. No existe tal cosa como niveles seguros de plomo en la sangre de un niño. Si una prueba de detección encuentra plomo, los gerentes de salud pueden trabajar con la familia, el proveedor de atención de la salud del niño y los programas de salud pública para abordar los factores de salud y ambientales.

Consejos y estrategias relacionadas con la salud física para bebés y niños pequeños

  • Ayude a las familias a encontrar un proveedor de atención de la salud pediátrica y un seguro de salud si es necesario.
  • Reúnase con las familias embarazadas para hablar sobre problemas de salud (p. ej., dormir, alimentarse o exponerse al humo de segunda mano) antes de que nazca el bebé.
  • Anime al personal a planificar con la familia la visita del recién nacido cuando la persona que da a luz aún está embarazada.
  • Ayude a las familias a entender que los chequeos regulares son una forma importante de llevar un registro de la salud y el desarrollo físico, emocional y social de sus hijos y de aprender sobre las mejores maneras de ayudar a su hijo a crecer.
  • Ofrezca educación y apoyo para ayudar a las familias a mantenerse al día con las pruebas diagnósticas, los exámenes de detección y las vacunas en los primeros tres años de vida.
  • Recuerde a las familias que su programa puede ayudar si tienen problemas de salud nuevos o recurrentes.
  • Revise cada examen de niño sano para ver si se requiere alguna acción para obtener más pruebas diagnósticas, evaluación, tratamiento o seguimiento.

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